En la Roma de Adriano, nos encontramos a Lucius: un arquitecto con poco éxito, ya que sus proyectos suelen ser siempre rechazados. Para animarle, un amigo le invita a las termas. Pero mientras se relaja en el agua, Lucius se ve absorbido por un agujero hacia el fondo de las termas? y cual es su sorpresa cuando al salir de ellas se encuentra en unas muy diferentes: las del Japón actual. Ignorante del viaje espacio-temporal que ha realizado, confunde a los japoneses con esclavos asiáticos, y cree que ha terminado en una de sus termas. Sin embargo, queda fascinado por las ideas revolucionarias que descubre en sus baños. La emoción y el calor del lugar hacen que se desmaye, y una vez despierta descubre que ha vuelto a su tiempo. A partir de entonces viajará repetidas veces a los baños japoneses, que le proporcionarán grandes ideas para sus proyectos arquitectónicos y le convertirán en el mejor creador de termas de Roma.